Domingo, 21 de Mayo de 2017
Santos Franciscanos para cada día
Edizioni Porciuncula
1ª Edición 2000
Reimpresión: 2001
Fr. Giolano Ferrini O.F.M
Fr. Guillermo Ramirez O.F.M.
Págs. 155-156
Mayo 21: San Ivo
de Bretaña. Sacerdote de la Tercera Orden (1253‑1303). Canonizado
por Clemente VI el 19 de mayo de 1347.
El primero y más célebre patrono de los abogados es
San Ivo, para quien fue acuñado por primera vez el apodo de “abogado de
los pobres”. En realidad no sólo fue abogado sino amigo, hermano, bienhechor y
padre de los pobres. San Ivo nació en Bretaña, Francia, el 17 de octubre
de 1253 y en medio de la despreocupada y a menudo alocada juventud de la época,
estudió con seriedad y rápido provecho primero en Orleans, luego en París en
las célebres escuelas de teología y derecho.
Muy joven pudo así tener la delicada responsabilidad de
juez eclesiástico, que desempeñó con gran consagración y suma prudencia, y
sobre todo con profunda humildad, a veces rayana en humillación, llamándose a
sí mismo “el más mezquino de los siervos de Cristo”. Pero lo que hizo de él un
santo no fue tanto su diligente humildad cuanto su luminosa caridad. En efecto,
cuando estaba en París, se supo que había dejado su propia cama a dos jóvenes
huérfanos recogidos y hospedados por él. El cotizado juez eclesiástico dormía
en el suelo, sobre un montón de paja, con un cilicio en la cintura.
El obispo de Tréguier, su región natal, quiso tener
consigo al extraordinario jurista, convenciéndolo de que aceptara la ordenación
sacerdotal. Y como sacerdote, San Ivo continuó con mayor celo y más
profunda caridad su profesión de abogado, sobre todo de los pobres. También
decidió hacerse terciario franciscano vistiendo el hábito de la penitencia.
Dejando el tribunal, contento de haber defendido la
justicia y de haber protegido a los débiles y desheredados volvía a su casa, un
tiempo señorial y digna, ahora transformada en hospital, orfanato, asilo,
comedor y hasta baño público de todos los pobres, los desgraciados, los
enfermos y los huérfanos de la región.
El santo dormía en medio de ellos, pero con la cabeza
apoyada sobre un grueso volumen de derecho. Su vida laboriosa y combatida, y sobre
todo las ásperas penitencias, lo agotaron prontamente, por lo cual debió
renunciar a la profesión y dedicarse enteramente a los pobres. Pronto se
enfermó y no pudiendo ayudarles más materialmente, favoreció a los necesitados
con los continuos milagros que brotaban de su cuerpo cansado y llagado.
Y los pobres fueron los primeros en llorarlo, no como
sabio jurista, ni como su abogado, sino como su padre, cuando murió el 19 de
mayo de 1303, sin cumplir aún los cincuenta años. Es uno de los Santos más populares
en el norte de Francia y Patrono de los hombres de leyes.
* * *
Liturgia de las Horas, propio de la Familia Franciscana
Laudes y Vísperas.
Juan Pelingotto (1240-1304)
El beato Juan Pelingotto nace en Urbino (Pésaro. Italia) en 1240. Recibe el hábito de la Tercera Orden de la
penitencia en Santa María de los Ángeles de Urbino. Se entrega por completo
a la oración. Visita Roma en 1300 para ganar el jubileo decretado por el papa
Bonifacio VIII. Sigue a Jesús, además de pobre, crucificado, y tiene la ocasión
al padecer una dolorosa enfermedad y sufrir fuertes tentaciones diabólicas.
Muere plácidamente el 1 de junio de 1304 a los 64 años de edad. Con el tiempo
se traslada su cuerpo a la iglesia de San Francisco en la que se erige un altar
sobre su tumba. El papa Benedicto XV aprueba su culto el 13 de noviembre del
año 1918.
Oración. Señor, tú que otorgaste
al beato Juan Pelingotto la gracia de imitar con fidelidad a Cristo pobre y
humilde, concédenos también a nosotros, por su intercesión, la gracia de vivir
fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos
has propuesto en la persona de tu Hijo. Que vive y reina contigo.
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