viernes, 29 de diciembre de 2017

Beata Ana Catalina Emmerick: 47. Antecedentes de los Reyes Magos



Beata Ana Catalina Emmerick
Tomo II
Según las anotaciones de Clemente Brentano
Bernardo E. Overbeg y Guillermo Wesener
Ciudadelalibros 2012


47. Antecedentes de los Reyes Magos




Quinientos años antes del nacimiento del Mesías, los antepasados de los tres Reyes Magos eran poderosos y tenían más riquezas que sus descendientes, ya que sus posesiones eran extensas y su herencia menos dividida. Vivían entonces en tiendas de campaña, con excepción del rey que vivía al este del Mar Caspio, cuya ciudad veo en este momento. Esta ciudad tiene construcciones subterráneas de piedra, en lo alto de las cuales se alzan pabellones, pues se halla cerca del mar, que se desborda con frecuencia. Veo allí montañas muy altas y dos marees, uno a mi derecha y otro a mi izquierda. Aquellos jefes de raza eran, según sus tradiciones, observadores y adoradores de los astros, y existía en el país un culto abominable que consistía en sacrificar a los viejos, a los hombres deformes y también a los niños. Lo más horrible era que estos niños eran vestidos de blanco y luego arrojado en calderas donde morían hervidos. Toda esta abominación fue abolida. A estos ciegos paganos Dios les anunció con mucha anticipación el nacimiento del Salvador.

Aquellos príncipes tenían tres hijas versadas en el conocimiento de los astros. Las tres recibieron el espíritu de profecía y supieron por medio de una visión, que una estrella saldría de Jacob y que una Virgen daría al Salvador del mundo. Vestida con largos mantos recorrían el país predicando la reforma de las costumbres y anunciando que los enviados del Salvador vendrían un día al país trayendo el culto del Dios verdadero. Predecían muchas cosas más relativas a nuestra época y a épocas más lejanas aún. A raíz de estas predicciones los padres de estas jóvenes elevaron un templo a la futura Madre de Dios hacia el mediodía del mar, en el mismo sitio de los límites de sus países y allí ofrecieron sacrificios. La predijo de las tres vírgenes se refería una constelación y a diversos cambios que habrían de producirse. Desde entonces empezaron a observar aquella constelación desde lo alto de una colina cercana al templo de la futura Madre de Dios, y de acuerdo con esas observaciones, cambiaban algunas cosas en los templos religioso y en los ornamentos.

Así he visto que el pabellón del templo era unas veces azul, otras, rojo, otras, amarillos y otras de los demás colores. Me impresionó que pasaran su día de fiesta al sábado, mientras antes celebraban el viernes. Todavía recuerdo a este día: Tanna o Tanneda.

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