Iglesia de San Juan de los reyes,
Toledo. Retablo en el altar mayor,
Santos Franciscanos para cada día
Fray Giulano Ferrini OFM
Fr. José Guillermo Ramírez OFM
Edizioni Porciuncula
1ª edición julio 2000
Reimpresión 2001
Fr. José Guillermo Ramírez OFM
Edizioni Porciuncula
1ª edición julio 2000
Reimpresión 2001
Diciembre, día 5:
Beatos Tomás Bullaker, Enrique Heath, Arturo Bell, Juan Woodcock, Carlos Meean.
Sacerdotes, mártires ingleses de la Primera Orden (siglo XVII).
Juan Pablo II los beatificó el 22 de noviembre de 1987.
En el siglo
diecisiete en Inglaterra Enrique VIII desencadenó una gran persecución
religiosa como reacción contra el Papa que había rehusado anular su matrimonio.
Numerosos son los mártires; entre ellos son célebres el arzobispo San Juan
Fischer y el canciller Santo Tomás Moro. Entre los franciscanos tenemos a San
Juan Wall, San Juan Jones, el Beato Juan Forest y nuestros cinco mártires. El
22 de noviembre de 1987 el papa Juan Pablo II asociaba en el catálogo de los
beatos a otros 85 mártires ingleses, invictos confesores de la fe y del primado
del romano pontífice, que se añaden a los beatificados por Pío XI en 1929. Así
se amplía el valeroso testimonio cristiano.
Beato Tomas Bullaken (1602‑1642) Sacerdote franciscano de
corazón ardiente, defensor de la fe, el 12 de octubre de 1642, después de haber
recibido la absolución de un cohermano, al canto del Te Deum subió al patíbulo,
donde fue ahorcado y horriblemente despedazado. Desde el Calvario su alma voló
al Paraíso, a la visión de Dios y de los santos.
Beato Enrique Heath (1599‑1643) Nacido de familia
protestante y él mismo ministro del culto; una fulgurante conversión lo llevó
al catolicismo. Luego se hizo franciscano y sacerdote, llevó una vida austera,
penitente, entregado a la predicación. El 7 de abril de 1642 fue arrestado, se
negó a abjurar de la fe. Fue bárbaramente ahorcado y luego destrozado en Tiburn
(Londres). En el cielo junto a los mártires goza de la visión de Dios.
Beato Arturo Bell (1591‑1643) Ministro Provincial de
los Hermanos Menores de Escocia y definidor General de la Orden, recibió gozoso
la sentencia de muerte al canto del Te
Deum. En el palco quiso celebrar su última Misa, renovó la profesión de fe
y obtuvo la conversión del capitán Tovers. Juntos sufrieron el martirio.
Beato Juan Woodcock (1603‑1640) Nacido de padre
protestante y de madre católica, pronto adhirió al catolicismo y en 1631 se
hizo Hermano Menor y fue ordenado sacerdote, desarrollando un provechoso
apostolado con la oración, el buen ejemplo y la predicación. En 1644 fue
arrestado y encerrado en una horrenda prisión. Entre los encarcelados fue
ejemplo de paciencia y sublime santidad; muchos de ellos fueron llevados a Dios
por él. El 7 de agosto de 1646 en Lancaster con el martirio del ahorcamiento
coronó su vida de invicto defensor de la fe.
Beato Carlos Meean (1640‑1679) Irlandés de nacionalidad,
pronto llegó a ser un excelente hermano menor y sacerdote. Fue arrestado en
Denbygh y condenado a 10 meses de dura prisión. El 12 de agosto de 1678 en
Ruthin Denby, antes del martirio dijo sus últimas palabras, que son una
valerosa profesión de fe. Ahorcado, su cuerpo fue cruelmente despedazado,
mientras su alma voló al cielo a recibir la palma del martirio. De estos cinco
heroicos mártires podremos con San Francisco decir: “He aquí cinco verdaderos Hermanos Menores”.
Cinco primeros mártires franciscanos, (Marrueco)
en vida de San Francisco de Asís
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